Nosotros no podemos pasar por alto las enseñanzas frescas y actuales del Papa Francisco en todos los temas doctrinales y pastorales. Con respecto a los jóvenes nos dice que “la pastoral juvenil, tal como estábamos acostumbrados a desarrollarla, ha sufrido el embate de los cambios sociales. Los jóvenes en las estructuras habituales, no suelen encontrar respuestas a sus inquietudes, necesidades, problemáticas y heridas… La proliferación y crecimiento de asociaciones y movimientos predominantemente juveniles pueden interpretarse como una acción del Espíritu que abre caminos nuevos acordes a sus expectativas y búsqueda de espiritualidad profunda y de un sentido de pertenencia más concreto. Se hace necesario, sin embargo, ahondar en la participación de estos en la pastoral de conjunto de la Iglesia”. (EG 105). También nos recuerda el Santo Padre que “aunque no siempre es fácil abordar a los jóvenes, se creció en dos aspectos: la conciencia de que toda la comunidad los evangeliza y educa, y la urgencia de que ellos tengan un protagonismo mayor”. (EG 106).
Acompañar a los jóvenes en su proceso de madurez y crecimiento humano y cristiano, para que mediante un proyecto de vida centrado en la persona de Cristo y su Evangelio, lleguen a ser protagonistas en la sociedad, con miras a la construcción del mundo, de acuerdo al plan de Dios.