Para una Diócesis que busca ser evangelizada y evangelizadora, es fundamental que todos los miembros del pueblo de Dios, reciban una formación integral sólida y permanente. Pero a la manera del Señor con sus apóstoles, es necesario que los presbíteros, los diáconos permanentes y los alumnos del seminario, sean destinatarios de una atención particular, específica, articulada e integral, por parte de toda la familia diocesana.