Ministerio de Evangelización

ILUMINACIÓN DOCTRINAL

Creemos que siguen siendo muy actuales las enseñanzas de la “Evangelii Nuntiandi”: “Nosotros queremos confirmar una vez más que la tarea de la evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la Iglesia. Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar”. (EN 14).


Y para nosotros los evangelizadores, siguiendo la tradición de la Iglesia, el actual Pontífice nos exhorta a ser evangelizadores con Espíritu. Esto “quiere decir evangelizadores que se abren sin temor a la acción del Espíritu Santo. Él además infunde la fuerza para anunciar la novedad del Evangelio con audacia, en voz alta y en todo tiempo y lugar, incluso a contracorriente. Invoquémoslo hoy, bien apoyados en la oración, sin la cual toda acción corre el riesgo de quedarse vacía y el anuncio finalmente carece de alma. Jesús quiere evangelizadores que anuncien la Buena Noticia no solo con palabras sino sobre todo con una vida que se ha transfigurado en la presencia de Dios” (EG 259).



OBJETIVO GENERAL

Declarar la parroquia en permanente estado de misión, para que el Párroco, con la ayuda de los fieles capacitados para este ministerio, pueda anunciar el mensaje  del Evangelio a todos los habitantes de la parroquia, con el fin de propiciar en ellos un encuentro personal y comunitario con Cristo, como miembros vivos de la comunidad eclesial.



OBJETIVOS ESPECÍFICOS

  1. Crear, capacitar y fortalecer el grupo de apoyo misionero (GAM), para dar comienzo al proceso evangelizador,   en donde no se ha iniciado.
  2. Lograr un mayor conocimiento de la parroquia, mediante un censo básico y una sectorización inicial.
  3. Crear el ministerio de evangelización en la parroquia.
  4. Preparar las misiones evangelizadoras, teniendo en cuenta todos los pasos que exige esta acción apostólica.
  5. Preparar y realizar los retiros de evangelización fundamental.



LÍNEAS DE ACCIÓN

  1. Es necesario apoyarse siempre en la oración y la espiritualidad del verdadero discípulo misionero, para   emprender este ministerio.
  2. Dado que este es un ministerio fundamental, es necesario elegir las personas con mayor capacidad y audacia   para desempeñar esta tarea. No se puede olvidar que la misión es la mejor manera para comprobar si una   persona está evangelizada.
  3. Capacitar y adiestrar a todos las personas que van a intervenir en las distintas acciones de este ministerio:   visitadores, proclamadores, pastorcitos y responsables de las casas abiertas, etc.
  4. Tener la humildad para pedir ayuda oportuna a los sacerdotes y laicos más capacitados en los temas, pasos y   exigencias de este ministerio.
  5. Es necesario ser conscientes de la prioridad de este ministerio, ya que es el que alimenta todo el proceso   evangelizador.