No podemos pasar por alto las profundas enseñanzas del Papa Francisco en el capítulo IV de la exhortación Apostólica “Evangelii Gaudium” (176-258). Estos números representan un avance profético de gran trascendencia para la vida, no solo de la Iglesia, sino de todas las naciones del mundo. Percibimos gran valentía, contundencia y claridad. Una tarea propia de este ministerio es enseñar y comenzar a practicar esta doctrina.
Con respecto a la insensibilidad frente a los pobres, el Santo Padre nos dice: “Nadie debería decir que se mantiene lejos de los pobres porque sus opciones de vida implican prestar más atención a otros asuntos. Esta es una excusa frecuente en ambientes académicos, empresariales o profesionales, e incluso eclesiales. Nadie puede sentirse exceptuado de la preocupación por los pobres y por la justicia social: La conversión espiritual, la intensidad del amor a Dios y al prójimo, el celo por la justicia y la paz, el sentido evangélico de los pobres y de la pobreza, son requeridos a todos. (EG 201).
Propiciar el conocimiento y la incidencia de la doctrina social de la Iglesia en todos los ámbitos de la sociedad civil y al mismo tiempo estimular a los católicos para que seamos conscientes de todos los compromisos morales de caridad y solidaridad para con los pobres, que son propios de la fe cristiana.